Los Elfos de Feldgrin es el título de una apasionante historia de Fantasía, que se desarrolla en un lejano reino élfico, casi aislado del resto del mundo. Feldgrin, la esplendorosa nación élfica, es invadida por un terrorífico ejército orco. Solo unos pocos millares de supervivientes logran escapar de la sangrienta ocupación y se ven obligados a emprender un largo periplo, plagado de penurias y dificultades para tratar de huir, no solo de la amenaza de los orcos, sino de otros peligros aún peores: un malévolo príncipe elfo, hermano del rey, a quien odia, tiene sus propios motivos para perseguir con su ejército a los exhaustos fugitivos de forma obsesiva e implacable. Si te decides a sumergirte en las páginas de esta historia, acompañarás a sus personajes en una extenuante odisea en la que sufrirás, sí, pero también te emocionarás, llorarás, reirás y ... te enamorarás. Yo te invito a que vengas a vivir entre los elfos de Feldgrin esta agotadora, pero también maravillosa aventura.

07 noviembre 2023

Personajes: Agraj

Buenos días, queridos lectores.   El mundo que nos rodea parece estar sumido en una etapa convulsa, con preocupantes tormentas políticas, climáticas e incluso bélicas que ponen en riesgo la egocéntrica sociedad del bienestar a la que nos hemos acostumbrado.  Tiempos propicios para agoreros y pesimistas, parece fácil vaticinar un porvenir dramático y con, cada vez más, escasas posibilidades de enmienda. Peor aún para las generaciones futuras, que reciben de nuestras manos un mundo gravemente deteriorado y quizás sin punto de retorno para remediarlo.  No quiero ser un iluso, de los que creen que al final, alguien, los gobiernos, Elon Musk, o el ChatGPT, ya ingeniarán algo que nos salve de los cataclismos por venir.  Al fin y al cabo, antes que la nuestra, otras civilizaciones ya sucumbieron y desaparecieron por cruentos conflictos bélicos, terribles epidemias, o arrolladoras catástrofes naturales.  ¿Nos creemos tan avanzados que damos por asegurada la prevalencia humana en este mundo a pesar de los negros nubarrones que se ciernen en nuestro horizonte?  Sin embargo, tampoco quiero dejarme llevar por el fatalismo.  Siempre tiene que haber un lugar para la esperanza.  Llegará el día en que el consumo de combustibles fósiles desaparezca, sustituido por las nuevas y esperanzadoras alternativas sostenibles que ya comienzan a ser cotidianas en nuestro día a día.  Las acuciantes sequías dejarán de darnos sed, con los prometedores sistemas no contaminantes de desalinización masiva de agua marina que ya se están desarrollando.  Los conflictos políticos y bélicos, bueno, como toda tormenta, harán sus estragos por un tiempo, pero terminarán pasando y dando paso a tiempos más luminosos.  

— ¡Pues vaya rollo que nos estás soltando hoy! Yo pensé que nos ibas a hablar de algún personaje —me interrumpís alguno, cansado ya de tanta y tan deprimente disertación.  

Es verdad, puede que os haya soltado un rollo deprimente.  Pero mi intención no era otra que transmitiros unas palabras de ánimo y de esperanza, ante los turbios nubarrones que parecen oscurecer nuestro vapuleado mundo.

Y ahora... al lío.  Si os fijáis, los últimos personajes de los que hemos hablado, difícilmente ganarían un concurso de belleza ¿verdad?  A ver, que solo es una broma, que en estos tiempos hay que tener un exquisito cuidado en no ofender a nadie y no ser tachado de orcófobo o de no defender la biodiversidad.  Nada más lejos, amigos míos.  Los orcos son unas criaturas adorables, bellas a su manera, y el hecho de que ansíen devoraros si os acercáis mucho al libro, no es obstáculo para  que no debieran estar amparados por alguna ley de bienestar orco que los protegiera y los mimara.  ¿Que advertís un cierto retintín sarcástico en mis palabras?  No tengo la menor idea de a qué os referís...  😇.  Bueno, pues este otro parrafito adicional sobre los orcos viene a cuento porque el personaje de hoy es... a ver si lo adivináis...  ¿no será un orco? ¡Pues síiii, pero no! 

—Ya empezamos.  Este autor está hoy un poquito insoportable. ¿Qué es eso de que sí pero no es un orco?

¡Ja, ja, ja...! Perdonadme.  Es cierto, hoy debo tener las neuronas alborotadas.  Lo que quería decir es que el personaje de hoy es... una orca. Amigos, permitidme presentaros a esta hembra de orco, hermana de Taruk (el orco del que hablamos en el post anterior) y que responde al nombre de Agraj

Agraj es una orca de una cierta edad, digamos que algo madurita.  Aún no podemos considerarla una anciana, pero aquí en España diríamos de ella que "se le pasó el arroz", que es lo que decimos de quien ya es muy improbable que encuentre pareja o engendre vástagos, por motivos de edad.  Agraj rumia su soledad con tristeza, lamentando no haber podido tener sus propios cachorros antes de haberse convertido en una hembra demasiado vieja para las apetencias de los fornidos y crueles guerreros orcos.  En estas circunstancias, su hermano Taruk, de quien contamos que era el cabecilla de la tribu "El Clan del Lobo Hambriento", le encomienda hacerse cargo y cuidar de la última presa secuestrada por él:  una aterrada hembra humana.

¿Cómo reaccionará Agraj ante la irrupción de una humana bajo su carpa?  ¿Se la comerá en cuanto Taruk las deje solas? ¿O por el contrario se apiadará de ella y tratará de hacer más llevadero su fatídico encierro?  Tened en cuenta que los orcos, apiadar, apiadar, digamos que no está en su naturaleza sentir piedad por nadie, habida cuenta de que devoran a los machos humanos que capturan.  Pero las hembras... las humanas son reservadas para otra suerte, quizás aún más funesta.  Eso hace que Agraj conciba su propios planes respecto a la desdichada humana.  

¿Qué puede ser más funesto que ser devorado por los orcos? —os preguntaréis.  Pues esta vez, y a diferencia del resto de posts de este blog, sí os voy a indicar cómo averiguar la respuesta a esta pregunta. Ya acudís ansiosos y en masa.  ¡El autor va a revelar un spoiler!gritáis entusiasmados.  Pues ahí va la revelación:  A lo largo del capítulo que hace de Preludio en el Tomo 2 de Los Elfos de Feldgrin (El Camino del Norte) se describe la triste historia de Agraj y de su infeliz prisionera.  Esta vez no os quejaréis de que no os doy todita la información ¿eh?

Hasta pronto, mis queridos feldgrineses.  Como os dije antes, no perdáis la esperanza.  Las tormentas pasarán y saldrá el sol.  Y allí, entre el trinar de los pajarillos y el chirriar de los periquitos invasores (qué escandalosos son, los condenados) nos seguiremos reuniendo en torno a nuestra fogata, compartiendo con vosotros estos momentos tan entrañables y tan apreciados por mí.  Un abrazo, amigos.

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