Sobre el Autor

Hola. Soy Juanjo Matas. Una persona con un aspecto... ¿cómo te diría? ¿de persona normal? Sí, eso es lo que aparento. Una normalidad que apabulla. En cuanto a mi vida personal y profesional... también son de una normalidad pasmosa. Nada que rascar en mi biografía, nada que pueda considerarse interesante ni para el más desesperado de los paparazzi. Cualquier otro en mi situación pudiera sentirse tentado a deprimirse por no ser un figura de primera línea, pero yo no, porque puedo alardear de poseer dos superpoderes: 

1) Soy capaz de mover las orejas, aunque eso no parece impresionar a nadie. 

2) Nací con una imaginación Ultra-HD de 24 millones de colores, capaz de acelerar de una galaxia a otra en 0,4 segundos. Esto me faculta para viajar a cualquier rincón del universo en menos tiempo de lo que necesitas para pronunciar "otorrinolaringólogo". 

 En mis viajes, he encontrado lugares fascinantes. Uno de ellos ha sido Feldgrin, el país de los Elfos. ¿Te gustaría conocerlo?

Biografía del Autor.-

Mira que os he advertido que hay más interés en un listín telefónico que en la vida de este hombre.  Pero en fin, para quien no pueda conciliar el sueño si no averigua algo sobre el origen de esta mente voladora atrapada en el cuerpo de un soso, aquí os pongo un breve resumen de su vida.  Luego no digáis que no os avisé...

Países:     El autor tiene la doble nacionalidad: Española y Feldgrinesa.  Aunque no descarta hacer acopio de nuevas nacionalidades según vaya descubriendo más lugares de ensueño en las profundidades de su mente.  (Lo sé.  Está como una cabra. Creo que le pasa a muchos soñadores).

Tiempos:   Este carcamal nació hace tantos años, que por entonces todo debía ser en blanco y negro, a juzgar por las pocas y descoloridas fotos que conserva de su infancia. Eso debió ser allá por los 60, pues recuerda haber envidiado las largas melenas a la moda hippy de los demás chicos del cole. Vivió con enorme ingenuidad la transformación del país durante la transición política de los 70.  Disfrutó del placer de bailar "lentos" con chicas, oyendo baladas de los 80 (los chicos de hoy jamás, pero jamás-jamás, podrán vivir nada parecido). Vivió con apasionada curiosidad el nacimiento de la informática en los 90, solo comparable a las expectativas que ahora despiertan las IA.   El pánico a una guerra nuclear durante la Guerra Fría pareció calmarse tras el colapso de la Unión Soviética, pero luego vino el desbarajuste del orden mundial con el derribo de las Torres Gemelas y el terrorismo islámico. Después comenzamos a percibir, de manera tangible e inequívoca, los inquietantes preludios del Cambio Climático y la primera Pandemia Global que vivimos confinados en nuestras propias casas. ¿Os extraña que este tipo se las pire a otra galaxia en cuanto tiene oportunidad?

Lugares:  Nació en Córdoba, pero creció en Málaga (oh, cuánto echa de menos Málaga, aunque la ciudad que añora el autor, ya no es la misma), y ha vivido, por avatares laborales, en Vigo (Pontevedra), Vilanova i la Geltrú (Barcelona) y Reus (Tarragona), pero finalmente acabó asentándose en Madrid, ciudad donde no suele importar mucho dónde haya nacido cada cual.

 

Profesiones: A los veintiún añitos ingresó en “la Telefónica”, donde hizo casi de todo hasta el fin de sus días como profesional.  De encaramarse a lo alto de vertiginosos postes donde tuvo que hacer malabarismos para no enredarse entre los cables, pasó a aburrirse soberanamente como administrativo,  y luego a desempeñar con más o menos fortuna su carrera comercial. Pero... ¿Cómo puede triunfar vendiendo alguien que pierde más tiempo oyendo los problemas de sus clientes que en tratar de embaucarles?  Finalmente, aterrizó en el departamento de Facturación, creyendo que aquello iba a ser un tedioso  infierno para una mente soñadora como la suya, pero donde acabó convirtiendo en apasionantes las rutinarias actividades propias de los sitios donde se factura.  Sus excompañeros aún recuerdan los divertidos correos electrónicos que intercambiaba con ellos, en los que aderezaba con abundante sentido del humor los áridos contenidos que allí se manejaban.  En 2016 la Compañía le ofreció largarse a casa con viento fresco, a cambio de una reducción en el salario (lo que se llama en el argot, una “prejubilación”) y aceptó, creyendo que así dispondría de muchísimo tiempo libre y que podría volcarse en su siempre soñada vocación escritora, pero señores, el autor está casado, y las esposas requieren su poquito de atención. Además, él ya está en la “Tercera fase” (¿recuerdan las Escenas de Matrimonio?, pues eso… “Tercera fase”).  Así pues, con su limitado nuevo tiempo libre, se volcó en poner su corazón y su  mente voladora en plasmar en papel (bueno, en su disco duro) las aventuras en las que sueña a diario mientras su esposa le reprocha, y con toda la razón del mundo, que él se pierda continuamente entre las nubes.

Habilidades y méritos:  Haber sido capaz de conseguir que hayan leído hasta aquí, disfrazando de interesante una vida personal y profesional absolutamente anodina, es algo que llena de orgullo a este autor. No todos habrían sido capaces, incluso teniendo vidas personales y o profesionales verdaderamente interesantes.  

Repercusión mediática:  Como comprenderán, su ámbito de influencia se limita a su familia, sus escasos amigos, y sus muy recordados excompañeros  del trabajo.  Aún así, todavía le asombra haber conseguido superar el millar de visitas en su blog: https://loselfosdefeldgrin.blogspot.com/   en el que expone novedades y va presentando personajes de su  novela “Los Elfos de Feldgrin”. 

Conclusión:  Ya os lo había advertido.  Este autor no es nadie. A estas alturas cualquier editorial ya habrá tirado este currículum a la papelera ¿Cómo puede interesar a una editorial un tipo que no tiene un bonito historial universitario, títulos académicos ni publicaciones de éxito o artículos de prensa reconocidos? ¿Qué editorial se arriesgaría a apostar por un tipo raro como este, que dice que viaja a otros mundos y no sé qué majaderías más? Y sin embargo… su desbordante imaginación igual podría ser una fuente de sorpresas.  Yo no digo nada, a mí el autor, personalmente me parece que está como una cabra.  Pero el caso es que el libro ese que ha escrito, el de Los Elfos de Feldgrin… lo único que sé es que empiezas a leerlo... y ya no puedes parar.  Es de esas historias que se te meten en el corazón y te hacen sonreír como un tonto, sin darte ni cuenta. A lo mejor había que echarle un vistazo antes de olvidarla...

¿Que quién soy yo, que estoy todo el tiempo hablando  de él? Pues… él, o sea, el autor, naturalmente.