Personajes: Tartus

Buenos días, feldgrineses.  En algún sitio leí una serie de consejos para la escritura de novelas, entre los cuales destacaba uno sobre la cantidad de personajes que se recomiendan para una novela media.  El número aconsejado es de no más de media docena, especialmente para un escritor novel, porque a más cantidad de caracteres, mayor el esfuerzo de crear hilos de interés para cada uno de ellos, y para mantener la coherencia de cada uno según evoluciona el relato.

Yo ya os he hablado hasta la fecha, de ocho. Con el de hoy, serán nueve.  Y aún no os he presentado a todos, ni siquiera a todos los protagonistas centrales de la trama. No es que yo sea un superdotado, ni que presuma de "sobrao".  Es que es una historia en la que la trama central recae sobre el colectivo de elfos supervivientes de Feldgrin, y muchos de ellos tienen algo que decir y que aportar en nuestra historia.  Por eso es muy difícil centrar el protagonismo en uno solo, y el interés va saltando continuamente de unos a otros, lo que explica por qué se les acaba cogiendo un entrañable cariño a la mayoría de ellos.

Hecho este pequeño preámbulo, hoy me apetece hablaros de un personaje que aparece relativamente poco en nuestra historia.  Un capítulo o dos, y no será hasta el tercer libro "En las Entrañas del Dragnath". Y sin embargo, a pesar de su limitada intervención, tendrá reservado  un muy importante papel en la supervivencia final de nuestros atribulados elfos. Amigos, os presento a Tartus, el último de los gigantes.

 

Tartus es una criatura ciclópea que nuestros protagonistas encontrarán en el interior del volcán en el que se juegan su incierto final.  Es el último vestigio viviente de unos seres muy antiguos que dieron pie a toda una serie de leyendas sobre "monstruos enormes que jugaban con fuego líquido en la cima de volcanes terroríficos".  Las leyendas eran tan antiguas que, en realidad, ya no quedaba constancia en ningún lugar de que aquellos seres hubieran existido realmente.  No es de extrañar que para los elfos de nuestro relato, lo de los gigantes que se calentaban con lava de los volcanes como quien se pone un brasero con ascuas, les parecieran mitos inventados para impresionar a los ingenuos.

Y sin embargo... todavía quedaba uno en pie. 

 

¿Cuál será la reacción de este ser mitológico cuando los desesperados elfos llegan a sus dominios?  ¿Resultará ser un peligro más al que tendrán que enfrentarse?

 

La existencia de Tartus resultó un giro inesperado para todos los actores de la novela: para los protagonistas, para el villano, y también para el propio autor, quien tampoco estaba preparado para encontrar a esta impresionante criatura en el interior de aquel "dragón dormido", que es como era llamado coloquialmente el volcán Dragnath.  El autor, intrigado por la presencia de este... ¿monstruo? volvió a visitar personalmente el interior del inmenso volcán hueco, para saber más de esta solitaria y extraña criatura.

Y, como no podía ser de otra manera, el autor descubrió que Tartus arrastra consigo una extraordinaria historia, tan emotiva y emocionante como sorprendente.  Una historia que encierra el secreto de cómo este gigante, venido de otro mundo, acabó en el interior de la montaña ígnea en la que le encuentran nuestros elfos. Esta historia, no se recoge en Los Elfos de Feldgrin (ya os dije que la intervención de Tartus era bastante limitada en nuestra novela) pero os he contado todo lo anterior para avisaros (a quien quiera tomar nota de ello) de que el autor (o sea, yo) se encuentra ya trabajando en la siguiente novela "Tartus", que narrará la trepidante historia de este coloso.  Así pues, Tartus, podrá considerarse el primer "Spinoff" de nuestra apasionante trilogía Los Elfos de Feldgrin.

Hasta pronto, mis fieles feldgrineses. En unos días os presentaré más personajes de nuestra entrañable aventura. Cuidaros, y leed mucho.